miércoles, 6 de enero de 2010

Y llegaste tú

Y llegué a ti sin que me esperaras,
sin que de alguna forma tu me conocieras,
sin que fueras libre, sin que me amaras,
sin saber que estar conmigo tu quisieras.

Y llegaste tú sin saber de donde
saliste de pronto de algún escondite,
a darme ese amor que tu pecho esconde,
eso hace que piense, que tanto medite.

Y llegaste tú a mi vida,
mujer divina, mi niña, mi Diosa,
con esa alegría contigo vivida
me diste el amor, la dicha grandiosa.

Como fue que me hayas escogido,
de entre tanta gente,
sin que antes me hayas conocido,
todo eso de pronto viene a mi mente.

Llegaron mis cartas y esas visitas,
aunque lo intentamos no se concertaron,
no hubo encuentros, fallaron las citas
y dos corazones, lloraron, lloraron.

Seguro que Dios o quizá el destino,
siempre se ha interpuesto
entre tu y yo negando el camino,
guiándonos en sentido opuesto.

Y llegué a tu vida y tú a la mía
y nos entregamos a un amor profundo,
pero hoy me muero en esta agonía,
porque debo irme, irme de este mundo.

Si tienes que irte amor de esta vida,
en cuerpo y en alma yo iré contigo,
hasta en la muerte a ti estaré unida,
de aquí no te vas, si no vas conmigo.

EDUARDO Y SHANIA

No hay comentarios:

Publicar un comentario