lunes, 11 de enero de 2010

Ocaso

El ocaso es tranquilo, se ve a lo lejos el sol,
todo se tiñe de rojo dejando un gran esplendor,
el mar se mece en sus olas, vistiéndose de arrebol
va dejando en cada nota, a ese sol madrugador.

El ocaso de mi vida me ha hecho recordarte
con el paso de los años, no pude dejar de amarte,
mi vida fué compartida, nunca dejé de adorarte
aunque no estés conmigo yo no dejo de extrañarte.

En esas aguas tranquilas de nuestros atardeceres
recuerdo esas caricias y lo que para mí tú eres,
disfrutar en cada tarde, de todos esos placeres
hizo que siempre desee, tener todos tus quereres.

En estos años vividos me alejé por tanto tiempo
pero hoy he regresado, a este terruño deseado,
me ha llenado de tristeza, me ha llenado de contento,
recordar el viejo nido, recordar lo más amado.

El ocaso de mi vida me ha hecho reflexionar,
corregir esos errores, aunque sea hasta el final,
me ha llenado de alegría, poderte al fin conquistar
aunque no fué una aventura, fué de manera cordial.

El ocaso y la penumbra se van acercando ya,
la marea va subiendo, va subiendo hasta el canal,
siento perder lo que tengo porque de aquí ya se va,
mi vida ya se esta yendo, se va acercando el final.

En esos atardeceres he dejado mi ilusión,
no se si tú los prefieres al nuevo amanecer
pero yo quiero dejarte, con toda esta pasión,
lo que yo más deseo y lo que puedes merecer.

SHANIA LYNN

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