que van bajando por mi rostro,
esas aguas diáfanas
por las que ahora me postro.
De rodillas ante tanto sufrimiento
se me desgarra el alma,
se desborda ahora el sentimiento
y ya no me queda más calma.
Te he perdido y mucho te he llorado,
mis ojos se quedaron ciegos,
mis manos y mis labios te han extrañado
y mi corazón ha perdido los sosiegos.
Agua salada te derramo
por las noches y también por las mañanas,
sé muy bien que todavía te amo,
que en sollozos se desgarran mis entrañas.
Te he llorado un río
y he formado grandes arroyuelos,
tú me habías quitado tanto hastío
y hoy me dejas tan solo desconsuelos.
Agua salada resbala por mis mejillas
consumida entre sollozos,
me postro ante el señor de rodillas
para que me cubra con sus brazos
y quite de mi alma los abrojos.
SHANIA LYNN
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