Hacer el amor

Nuestras bocas están sedientas
de tus besos y los míos,
no sé si aún me consientas
tener estos desvaríos.

La respiración se agita
cuando me besas el cuello,
me siento hasta más chiquita
al sentir ese destello.

El lóbulo de la oreja
lo acaricias con tu lengua
y no te hago ninguna queja
cuando haces que así me venga.

Te metes hasta en mi oído
para poder escuchar
de mi boca el gemido,
que me haces susurrar.

Tus manos conquistadoras
palmo a palmo reconocen,
el terreno que tú adoras
al sentir cuando se rocen.

La travesía de tu boca
a través de mi geografía,
hace que me vuelva loca
al estar en tu comañía.

Tus manos tocan mis senos
tus labios en mis pezones,
los dos parecen volcanes
a punto de hacer erupciones.

Se han tornado muy duros
mientras tú los acaricias,
con esos labios tan puros
te entregas en mil caricias.

El ixtasihuatl y el popo,
volcanes muy conocidos
se han quedado muy cortos,
son mejores mis fluidos.

Nuestros vientres se han unido
como si fuera uno solo,
el deseo consumido
no teniendo ningún dolo.

Te has internado en mi cuerpo
y me siento desvanecer,
para mí no fue un tormento
me has hecho hasta enloquecer.

Tus jugos van con los míos,
van bajando ya a raudal,
los sexos quedan vacíos
cuando aumentan el caudal.

Es el caudal del deseo
a punto está el desbordar,
mientras yo a ti te poseo
tú a mí me haces sudar.

Con ese gran movimiento
de tus caderas y las mías,
nuestros vientres van uniendo
a estas dos geografías.

Los sudores van corriendo
en torrencial aguacero,
a nuestros cuerpos cubriendo
al escucharse un te quiero.

Nuestros cuerpos están inertes,
se han quedado extasiados,
los gemidos no son fuertes
se escuchan muy espaciados.

La respiración se hace lenta,
me recuestas en tu regazo,
se terminó la tormenta
y ya descanso en tu abrazo.
SHANIA LYNN