agitadas por las ganas de las mutuas emociones
y que crezca el deseo con la entrega de nuestros cuerpos,
el tuyo blanco en exceso y el mío canela o moreno.
Que la cresta de la ola se rompa en el arrecife,
vestida en gotitas de sudor tu efigie
y que el gemido de amor brote de tu garganta
como la lluvia fresca formando el río que canta.
Naufragando en esas aguas cristalinas divagamos,
perdiendo la noción del tiempo y la razón se nos nubla,
sumergidas las pasiones en húmedas cavidades
no pensamos si hay sol o si nos cubre la niebla.
Empuñamos los dos remos de la barca del deseo,
se desliza por las aguas salpicando de rocío,
no importa si hace calor o que nos consuma el frío,
disfrutamos de la entrega, disfrutamos del paseo.
Hasta llegar a la cima del éxtasis placentero,
impregnadas las auroras de mieles de mil sabores,
que se mezclen con las flores ese aroma tan certero
y que se junten dos cuerpos esparciendo sus olores.
SHANIA LYNN
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