Un día me sentí “harta de la vida” con deseos de desaparecer, de irme lejos, de morir,
no le encontraba sabor ni sentido a mi vida porque era muy desgraciada, insatisfecha conmigo misma y con el mundo a mi alrededor.
__Y tú me preguntaste si quería cambiar la luz por las tinieblas.
__Si quiero cambiar la mesa puesta, por los restos de comida que tantos buscan en la basura;
__Si quiero cambiar mis pies por una silla de ruedas;
__Si quiero cambiar mi voz, por las señas
__Si quiero cambiar el mundo de los sonidos, por el silencio de los que no oyen;
__Si quiero cambiar el diario que leo y después tiro a la basura, por la miseria de los que van a buscarlo para hacerse una manta para cubrirse del frío;
__Si quiero cambiar mi salud, por las enfermedades de tanta gente.
__Y yo entonces me pregunté…
hasta cuando no reconoceré tus bondades y bendiciones para hacer mi vida un himno de alabanzas y gratitud…
y decir todos los días desde el fondo de mi corazón:
GRACIAS SEÑOR POR ESTE NUEVO DÍA?
Que grande y bondadoso eres Señor...
TOMADO DE LA RED
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