Candentes lágrimas rodaron por tus mejillas,
indolentes a tu dolor a tu rostro recorrieron,
corrieron en silencio, huyeron a
hurtadillas,
cuantas lágrimas las que tus ojos vertieron.
Algunas por pena furtivas se
escondieron
detrás de negras y largas pestañas,
cuantas lágrimas de tus ojos cansados
salieron,
estás lejos y es mucho lo que me extrañas.
Cuantas lágrimas brotaron de tan
bellos ojos
y se escaparon débiles suspiros,
como duele tanto no tener mis besos
y no verse en esos ojos, en esos ojos divinos.
Unas duelen porque son lágrimas de
amor,
cuando han dejado un profundo dolor,
lágrimas por tan grandes penas
y esas las hay, las hay por docenas.
SHANIA
LYNNE
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