Tu… el amor lejano,
el que siempre estuvo ahí en el momento preciso,
el que me extendió su mano
y me ofreció su cariño y un hermoso paraíso.
Cada día tres llamadas,
todas llenas de cariño y de bondad
deseando escuchar esas palabras amadas
que pedías con claridad.
Tu…el amor sin rostro
que a través de la pantalla me escribía
dejando cada día siempre su rastro,
su huella imborrable y su agonía.
Yo…llorando mi infortunio,
tu con tus palabras dulces consolando
mi dolor y plenilunio,
porque a lo lejos me seguías amando.
Tu…el amor que estuvo ahí
intentando levantarme de esa cama,
yo…abatida y sin ganas de vivir postrada aquí
pidiéndote perdón, al amor llegar a ti no le dio la gana.
Tu…el amor, yo el infortunio.
Alkymon, gracias por estar ahí,
en el momento que más necesitaba un cariño,
un consuelo…un amigo.
SHANIA LYNN
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