domingo, 17 de octubre de 2010

EL último tren

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Deambulo desgarrada por el dolor del alma
en la estación muy cerca del andén,
a cuestas con mi pesada carga en mis espaldas
y los zapatos roídos de tanto ir por lo inútil de mi vida
espero con paciencia el arribo del tren.

Su silbido suena a eternas despedidas,
a tristes añoranzas y a ilusiones perdidas,
lloran los que se van, lloran los que se quedan
al decirse adiós algún beso se dan
y en sus ojos se miran.

Sola estoy, mirando hacia los rieles
hilvanando quimeras de sueños e ilusiones,
pensando cuando aún disfrutaba de tus mieles
y mantenías cálidas a todas mis pasiones
con ese amor y tus caricias fieles.

El viento frío en mi cara golpea a mis recuerdos,
rompiendo los hilos desgastados que ataban los sueños,
solo quedaban los olvidos guardados en esa maleta
y de falsas esperanzas ella seguía repleta
esperando en algún rincón de la sala.

Tristemente me sigue doliendo tu ausencia
en el murmullo de los que esperan,
quisiera que en este viaje tu abordaras a mi lado
pero solo sería posible si tuviera tu presencia,
caminaras de mi brazo o abrazaras mi costado.

En otra parte del frío y casi desolado andén
unos ojos muy inquietos esperan a otro tren,
se le ve emocionada esperando su arribo
mientras que yo algún verso te escribo,
mientras espero que llegue el último tren.

SHANIA LYNN

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