Tu tras de la capota roja de tu automóvil
con esos lentes oscuros,
yo en la acera de enfrente mirándote inmóvil
y levantando entre tu y yo sendos muros.
Los altos muros de la indiferencia impía
que nos separa y que nos aleja,
tu en tu arrogancia y rancia elegancia,
yo enfundada en mi vieja tristeza.
Te veo alegremente canturreando
como si las penas para ti no existieran,
mientras que yo por ti estoy llorando
las lágrimas que jamás por ti vertieran.
Que diferencias hay en nuestras vidas,
tu en la opulencia y yo en la pobreza,
tu disfrutando todas esas cosas vividas,
yo con mi corazón rebosante de nobleza.
Para amarse no hay diferencias,
no importa que seas de noble cuna
ni que poseas una enorme fortuna,
porque para amar no existen carencias.
Tus ropas de sedas y tus joyas las perlas,
de pieles finas y blancas organzas,
aunque yo deseara tenerlas
me conformo tan solo, tan solo con verlas.
Vas en tu automóvil de lujo
recorriendo las calles de la bella ciudad
y yo de tu mirada bajo el influjo,
regalándome una mirada por caridad.
La diferencias es que para mi lo eres todo,
lo más valioso que tengo y no disfruto
y quiero luchar a tu lado codo a codo
para que este amor por fin, por fin de su fruto.
SHANIA LYNN
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