Un perfume embriagador ha entrado en la casa,
no sabía de donde salía ni de donde provenía
tampoco sabía que era lo que pasa,
ni quien a mi cuarto a entrar se atrevía.
Era el amante furtivo que venía de vez en cuando
al que esperaba ansiosa llena de amor y ternura,
ese por el que siempre a solas estaba llorando,
el que un te amo hoy a mi oído murmura.
Helada en la cama esperaba que me amara como nunca,
que otra vez no quedara mi pasión trunca,
quería entregarnos con pasión y con dulzura,
solo amarnos con ansia loca y sin ninguna premura.
Me tomó en sus fuertes y tiernos brazos
mientras que me envolvía en su dulce mirada,
me llenó de besos, me llenó de abrazos,
me acogió en su pecho y me tuvo acurrucada.
Puso cerezas en mi boca sedienta
y bebí de su rico licor embriagante,
mis labios con sabor a menta
llegaron felices hasta su garganta.
La melodía de una canción se escuchó en mi corazón
y no se me encogió el alma como en ocasión,
tampoco me importó que solo venga cada año
o que por el un día haya perdido la razón.
Como el amante furtivo penetró entre mis sabanas
y el olor a jazmines inundó la habitación,
nos fundimos en el placer y bien surgieron las ganas
e hicimos de nuestro amor una hermosa canción.
SHANIA LYNN
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