Anoche tuve un
gran sueño
del que no
quería despertar,
que por fin
eras mi dueño
y me llevabas
al altar.
Que muy juntos
caminamos
y tomados de
las manos,
vi en la arena
las huellas
de los pasos
que dejamos
a la luz de las
estrellas.
Tan dichosa me
sentía
conducida por
tu senda
que en ese
sueño te vi,
al fin me quité
la venda
no era yo…era
mi tía.
Esos dos pares
de huellas
seguían ahí
marcados,
frescos sobre
la arena
y en esas
noches tan bellas
por nada fueron
borrados.
Y cuando al fin
desperté
te vi dormir a
mi lado,
apacible era tu
sueño
y en nuestra
almohada marcado
como en la
arena, tu huella.
SHANIA LYNNE
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