Atrapada en mis pensamientos que se agolpan en mi mente, miro hacia el horizonte y el sol casi se despide dejando tonos rojizos antes de ocultarse, hermosa puesta de sol y el vuelo de las gaviotas,
los delfines y ballenas saltan salpicando agua salada
y yo en mi pequeña barca, miro tan enamorada el juego de apareamiento y voy recordando como si fuera ese día que me hacías el cortejo bajo el cielo estrellado y la luz de la luna llena.
Invoco esa mirada y esa tierna sonrisa, cuando me vi en tus ojos verdes intensos como ningunos mientras que tú me besabas.
Las nubes fueron formando grandes y caprichosas figuras, parecían de algodón y a mi lado van desfilando arrastradas por el viento, mientras la barca se menea al ir subiendo la marea.
Tu silueta se dibuja en esa bata transparente cuando la luna te ilumina reposando en la proa y como dos adolescentes que se han ido de fuga, nos besamos con locura hasta sangrar nuestras bocas.
Es el canto de los grillos y también de las cigarras el que me hace recordar que la noche tendió su manto y detrás de las montañas el sol ya se ocultó.
Pero quiero seguir soñando que te tengo a mi lado y que aún me estás besando, que me sigues adorando.
En mis ojos se anega el llanto y vuelvo a recordarte, me duele tanto tu ausencia y el miedo a poder perderte, se me arruga hasta el alma y ni la brisa me calma, pues te llora mi corazón y mis sollozos se pierden en susurros que se lleva el viento, mis ojos enamorados y mis labios sedientos por la falta de tus besos, se entreabren esperando que por fin sean besados y mis brazos acariciados.
Las olas y la suave brisa testigos de nuestro amor, me recuerdan tus caricias mecidas en su arrebol como si quisieran dejarme un mensaje de tu amor.
He pedido a las estrellas y también a la luna llena, que iluminen tu sendero para que al regresar a casa no te pierdas en el camino y puedas llegar a mis brazos y entregarme por entero a ese amor tan verdadero y sueño con ese lucero que algún día me diga
Invoco esa mirada y esa tierna sonrisa, cuando me vi en tus ojos verdes intensos como ningunos mientras que tú me besabas.
Las nubes fueron formando grandes y caprichosas figuras, parecían de algodón y a mi lado van desfilando arrastradas por el viento, mientras la barca se menea al ir subiendo la marea.
Tu silueta se dibuja en esa bata transparente cuando la luna te ilumina reposando en la proa y como dos adolescentes que se han ido de fuga, nos besamos con locura hasta sangrar nuestras bocas.
Es el canto de los grillos y también de las cigarras el que me hace recordar que la noche tendió su manto y detrás de las montañas el sol ya se ocultó.
Pero quiero seguir soñando que te tengo a mi lado y que aún me estás besando, que me sigues adorando.
En mis ojos se anega el llanto y vuelvo a recordarte, me duele tanto tu ausencia y el miedo a poder perderte, se me arruga hasta el alma y ni la brisa me calma, pues te llora mi corazón y mis sollozos se pierden en susurros que se lleva el viento, mis ojos enamorados y mis labios sedientos por la falta de tus besos, se entreabren esperando que por fin sean besados y mis brazos acariciados.
Las olas y la suave brisa testigos de nuestro amor, me recuerdan tus caricias mecidas en su arrebol como si quisieran dejarme un mensaje de tu amor.
He pedido a las estrellas y también a la luna llena, que iluminen tu sendero para que al regresar a casa no te pierdas en el camino y puedas llegar a mis brazos y entregarme por entero a ese amor tan verdadero y sueño con ese lucero que algún día me diga
TE QUIERO.
SHANIA LYNN
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