jueves, 2 de diciembre de 2010

Quiero ser otra

lady

Hoy no me atormenta la nostalgia ni me mata la soledad, hoy no hay pesar ni melancolía tampoco tristeza, solo un inmenso silencio que a veces duele mas que todo eso, hoy quiero plasmar estas letras que en otros tiempos hubieran estado húmedas por las lagrimas vertidas por esta enorme pena de estar sin ti y que embarga a mi corazón por no haber logrado mi objetivo de entrar en el tuyo y ahí quedarme prendida con mi esencia y presencia, hoy quiero recordar solo los momentos bellos que vivimos, los instantes donde se detenía el tiempo por el solo hecho de estar juntos, cuando bastaba con vernos a los ojos y sobraban las palabras, cuando con el solo hecho de tomarnos de las manos nos sudaban y la piel se erizaba, donde un ligero temblor apenas perceptible se notaba en nuestros labios entreabiertos en espera de ser tocados por una boca sedienta, hambrienta de esos besos dulces y de esos perfumados y tibios cuerpos.
Como no recordar aquellos días cuando en la primavera aspirábamos el perfume de las rosas en el jardín, de los nardos y los tulipanes, los azahares del limonero embriagaban nuestros sentidos con ese olor tan penetrante y especial, cuando bajo la sombra del roble tendidos en una hamaca sentíamos la caricia del viento, cuando jugaba con nuestras melenas alborotadas, el rumor de las hojas y uno que otro trino de los pájaros que por las tardes revoloteaban con gran alborozo entre el follaje de la alondra y picoteaban la fruta fresca de la higuera.
Hay buenos y malos tiempos, buenos y malos momentos, unos felices y otros tristes, estos últimos son los que mas recuerdo, los buenos como no duelen a veces pasan desapercibidos al sentimiento y a la memoria.
Quiero recordar aquellos en los que mis sueños se entretejían agazapados en el silencio y en la oscuridad de la noche, unas tibias y otras frías, donde abrazada a tu recuerdo laceraba mi mente tratando de adivinar lo que estarías haciendo en los momentos en los que a mi lado no estabas y que el no tener noticias mataba mis ganas y mi fe a la vida, quiero recordarme tendida sobre la hierba fresca y abrazada a tu cuerpo, suspendida en el letargo embriagante de tu aroma que penetra por cada poro de mi piel, aspirar la delicia de ese olor fino y delirante que me transforma y me trastorna, que me hace sentir sangre nueva correr desbocada por mis venas.
Hoy estoy tranquila y así quiero ir por la vida, sin angustias ni penurias, sin dolor y sin sabores, solo llevando a cuestas el baúl de mis recuerdos.
SHANIA LYNN

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