Tirada en la cama desnuda me esperas
como margarita separada del tallo,
camino tus sendas, transito tus veras
al amanecer y al canto del gallo.
Esa piel tan tersa morena callada
de amor y deseo está desmallada,
en espera está de por mi ser besada
y de mi sudor sentirse impregnada.
Tu boca en la mía con grande delicia
a mis labios besa con grande deseo,
se interna en silencio con gran pericia
mientras que a los tuyos con amor poseo.
Con una caricia tus turgentes senos
y tus pezones erectos al cielo se elevan
si los acaricio con mis tiernas manos
mientras tus dedos en mi piel se clavan.
Son copos de nieve dulces y candentes,
montañas nevadas ante mi indolentes,
ante mis deseos se yerguen altivos
porque de mis manos se sienten cautivos.
Mi piel y tu piel sedientas están
y al mismo ritmo mueves tus caderas,
subo tus colinas, tus dulces laderas
mientras que las ganas a la par van.
Mi boca se quiere beber tu rico licor
y se interna presta en tus cavidades,
ungidas las pieles por nuestro sudor
impregnadas están por las humedades.
En mi boca se posa pasivo tu sexo
sin importar si es cóncavo o convexo,
disfruto su olor, su aroma deseado
porque nunca nadie lo había besado.
Exhausta te quedas, cansada y tranquila
y en mi regazo descansa tu rostro,
mi niña preciosa, mi amada chiquilla
mientras que de hinojos ante ti me postro.
Te miro en silencio y tu boca beso
como si este fuera una despedida,
no quisiera irme seguir beso a beso
y verme en tus ojos pupila encendida.
Amarte otra vez es lo que quisiera
y caminar tu yo otra vez la vera
pero es un sueño que no he realizado
porque esa piel nunca la he tocado.
SHANIA LYNNE
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