No hay nada mejor que
me inspire
nada mejor que la
luna y el mar,
los llevaré conmigo
hasta que expire
ya que ellos me
inspiran también a amar.
Me inspiran a ser
buena y mucho mejorar,
me inspiran a
escribir poemas y mis versos,
mis canciones tristes
les harán gemir y llorar
al extrañar mis
caricias y mis dulces besos.
La luna y el mar son
un regalo inmenso,
un regalo divino que
Dios nos ha dado,
con ese amor infinito
que no es pecado
como regalo para el
que ha llorado.
Me quedo mirando por
largos silencios
pensando lo
maravilloso que es tenerlos,
la luna en sus fases,
en sus tres tercios
y el mar al cielo y
la luna queriendo atarlos.
Inspiren mi canto y
mis versos tiernos,
inspiren mi canto y su
melodía,
hagan candentes mis
fríos inviernos
y alambren mi noche y
también mi día...
SHANIA LYNNE
FUE UN HECHIZO DE LUNA QUE ENAMORO MI ALMA.
ResponderEliminarMirando estaba la Luna, con toda su luz, escandilada. En aquella noche, de Penumbra, en la Mar sabrosa y salada. Jugaba con sus rayos, dibujándolos en el Agua, y las Olas a su paso, con los Delfines que nadaban. Mi Alma se estaba enamorando, con el camino formado por su luz, y mi bello sueño navegando, como un gran velero hacia el sur.
Navegando seguía ese camino, por el inmenso reflejo de la Luna, y las Estrellas destellando con sus brillos, a travez del Firmamento con sus brumas. Cada vez, más me estaba enamorando, viendo como la Luna jugaba, seguía por esas aguas navegando, y mi Alma se enamoraba. El Lucero brillando en el Cielo, las olas bailando con el viento, y yo yendo en mi velero, y mis Alas, juntando sentimientos.
¡¡¡¡¡ Ay !!!, hechizo de Luna, suspiros de mis lamentos, de las aguas y la blanca espuma, surcando hasta los Océanos. La Mar inmensa y prodigiosa, mundo lleno de misterios, desde el Aire y sus bellas Gaviotas, y las Sirenas cuando llegan a Puerto. Fue ese hechizo de Luna, que mi Alma enamoró, esa noche no tuve, dudas, que la Luna no me engañó.
Mirándola tan clara y hermosa, llenita de ese blanco brillante, la Luna estaba preciosa, en su linda estampa, con ese semblante. Tenía carita sonrriente, esa noche estaba feliz, el agua del mar y sus corrientes, y el gran oleaje en su ir, y venir. No quitaba mi mirada a la Luna, y ese inmenso reflejo en el Mar, ¡¡¡¡ Lo Repito, ya no tenía dudas !!!, que encontré un amor de verdad.......................
SALUDOS DEL ZURDO.