que te vi por última
vez con vida,
aunque estuve ahí
ante tus ojos
y te besaron con amor
mis labios rojos
aún así me siento muy
afligida.
Escuchabas mis
palabras dulces
que pronuncié
susurrando a tu oído
aquel suspiro callado
y escondido
de mi corazón tan
afligido
y apagado destello de
tus luces.
Con movimientos de
cabeza atendías
las preguntas que con
dolor te hacía
intentando que
olvidaras el momento
que no sintieras los
efectos de la anestesia
y lo doloroso y
desesperante de estos días.
Hoy hace un año que
mi madre
exhaló su último
aliento,
hace un año que al
lado de mi padre
juntos se los llevó
al cielo el viento
y el dolor hace que a
mi corazón taladre.
Los recuerdos vuelven
a mi mente
aquel momento para mi
aciago,
imborrable,
inconfundible e indolente
cuando a mis ojos ha
dejado ciego
el llanto desgarrador
por mi vertido.
Y mi corazón por la
pena encogido
se desgarra en
sollozos desgarrantes
aún me duele tanto
recordar lo vivido
que me parece un
sueño tan aberrante
el aceptar que no
llega el polvo del olvido.
El mismo dolor de
ayer ahora siento
en esta vida llena de
desconsuelo
y vivo en un
constante y cruel tormento
porque ya tu barca no
ancla en mi puerto
dándome esa paz y ese
consuelo.
Hoy hace un año que
te vi inerte
en esa cama fría de
hospital,
por mala suerte te
sorprendió la muerte
y mi sufrimiento ha
llegado a tal
que me muero porque
ya no puedo verte…
E. MARTÍNEZ JAMES
No hay comentarios:
Publicar un comentario