Con los pies en el barro hundidos
caminas
el surco que tu andar traza,
el
trabajo rudo y el sudor vertidos
cuando
el ocaso a la tarde abraza.
Con pies
desnudos en el surco siembras
esas
semillas que han de germinar,
después
de llegar las eternas sombras
tus pies
cansados se van a descansar.
Tus pies
campesinos surcarán la tierra
sembrando
semillas que van a comer,
en las
ciudades, campiña y la sierra
por esos
frutos no han de padecer.
Pies que
la tierra ha erosionado
en su
desnudez no han cicatrizado
y
grandes grietas le ha ocasionado
cuando
por su suelo tanto han caminado.
SHANIA
LYNNE
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