sentada en la arena
gimiendo y llorando
desee ser el mar y que
tú fueras la ola
y tomarte de la mano e
irnos navegando.
Te sentí temblar como
endeble hoja
y entre mis brazos
cobijé tu gran dolor,
con amor y ternura besé
tu boca roja
dándote mi cariño y
mi inmenso calor.
Ayer te vi como nunca
antes
y brillaron tus ojos
como dos diamantes,
perdidos en mis
claras y tiernas pupilas
ahí vi todo el amor
que por mi aún destilas.
Te refugiaste en mi
cálido regazo
y con gran dulzura te
tomé del talle,
fundidos los deseos
en muy tierno abrazo
hiciste que mi boca con
tus besos calle.
Ayer te encontré y
fue para siempre
porque como tú no hay
otra ninguna,
yo soy tu mar y tu
eres mi espuma
y rosas rojas sembré
en tu dulce vientre.
SHANIA LYNNE
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