nos
miramos dulce y fijamente a los ojos
y sin
pronunciar palabra la melancolía
se ve
reflejada entre los espejos.
El
viento a lo lejos silba entre las hojas
y ese
murmullo tiembla entre los labios,
las
mejillas de pálido a rojas
parecen
haber perdido todos esos bríos.
Nada
interrumpe ese gran silencio
y se
hace pesado todo ese entorno,
tal
parece que triunfa el cansancio
ya nada
es bello ni el mas fino adorno.
Los
silencios moran en tranquilas horas
y nada a
su paso puede interrumpirlo,
nada hay
que decir las bocas selladas
pero el
corazón no duda sentirlo..
Ya nada
nos queda solo los silencios
sobran
las palabras también las miradas
y aunque
brille el sol en las alboradas
nada
queda dentro porque están vacíos.
SHANIA
LYNNE
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