Estaré ahí cuando entre por tu ventana un rayito de luz, cuando el viento silbe entre las hojas muertas y amarillas, estaré ahí cuando me pienses y me recuerdes en tu llanto aunque ya me haya ido yo estaré ahí a tu lado a tu costado, susurraré a tu oído mil palabras que tu no escucharás, la magia de escuchar al que se ha ido aún no se inventa
Dios nos ha dado tantas cosas pero no esa ciencia.
Estaré ahí cuando el ocaso tiñe de rojo el panorama, cuando el ave cantarina entone su dulce canto en la rama y el arco iris pinte de colores el verano, cuando la lluvia moje los verdes prados me sentirás en su rocío, en el eco lejano tras de la montaña que se eleva cual gigante, estaré ahí en el silencio que te grita mi presencia, que te implora que percibas en mi esencia el hecho de que
mi amor no ha muerto
que sigue vivo aún en lo etéreo, en lo intangible, en lo
imposible, en el hecho que Dios lo hace posible aún a pesar de mi muerte, de
que habito en otros confines y que no hay otros fines, ni mezquinos ni perversos.
Ahí estaré en la brisa del mar que te acaricia y que
juega con tu pelo alborotado con ese cabello tan sedoso y dorado implorando a Dios que
no me hayas olvidado.
SHANIA LYNNE
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