He esperado mil noches tibias y oscuras,
días interminables llenos de nostalgia,
de inmensos pesares y también de locuras
y el día menos pensado se terminó la magia.
Esperé en la calma y también en la angustia,
en el dolor callado y en el intenso silencio…
esperé sonriente y con la cara mustia
hasta que me venció el inesperado cansancio.
Eterna espera es la mía indolente
y hace que me sienta como una adolescente,
cuando el amor es impetuoso y bello
deja su carmín impreso en el cuello.
Esperé ver llegar el ocaso de mi vida,
esperé y esperé sin estar confundida,
esperé verle entrar a mi casa un día
esperando paciente oír de su voz la melodía.
Pero mi eterna espera fue muy en vano,
no llegó en primavera y tampoco en verano
y con el paso de los años yo sigo esperando
a alguien que quizá aún me sigue amando…
SHANIA LYNNE
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