A través de la vidriera,
del aparador de la juguetería,
tal parece que me sonriera,
con gracia y coquetería.
Una hermosa muñeca rubia,
con sus caireles dorados,
ojos verde esmeralda
y sus cabellos enredados.
Con lágrimas en los ojos,
me alejaba del lugar
pues no contaba con pesos,
para poderla comprar.
Día a día y tarde a tarde
de regreso del colegio,
cuando el sol está que arde,
iba a darle algún elogio.
La veía muy sonriente,
siempre a través del cristal,
me parecía tan hiriente
clavándome ese puñal.
Soñaba llevarla a casa
para con ella jugar,
sin entender lo que pasa,
triste me iba del lugar.
Cuando se vive con hambre,
no alcanza para juguetes
y las tripas como enjambre,
te dan muy crueles piquetes
A través de los cristales,
como en una gran burbuja,
corrieron lágrimas tales
que mi sonrisa ya no se dibuja.
SHANIA LYNNE
del aparador de la juguetería,
tal parece que me sonriera,
con gracia y coquetería.
Una hermosa muñeca rubia,
con sus caireles dorados,
ojos verde esmeralda
y sus cabellos enredados.
Con lágrimas en los ojos,
me alejaba del lugar
pues no contaba con pesos,
para poderla comprar.
Día a día y tarde a tarde
de regreso del colegio,
cuando el sol está que arde,
iba a darle algún elogio.
La veía muy sonriente,
siempre a través del cristal,
me parecía tan hiriente
clavándome ese puñal.
Soñaba llevarla a casa
para con ella jugar,
sin entender lo que pasa,
triste me iba del lugar.
Cuando se vive con hambre,
no alcanza para juguetes
y las tripas como enjambre,
te dan muy crueles piquetes
A través de los cristales,
como en una gran burbuja,
corrieron lágrimas tales
que mi sonrisa ya no se dibuja.
SHANIA LYNNE
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